RESEÑA DEL LIBRO DE MIRIAM WILLIFORD “JEREMY BENTHAM ON SPANISH AMERICA”
Por: Gonzalo A. Ramírez Cleves
Maestría en Historia. Prof. Sergio Mejia
El libro de Miriam Williford “Jeremy Bentham on Spanish America” (Lousiana State University Press, 1980), relata la relación que tuvo Bentham con la América española a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Durante este período se presentan los movimientos de Independencia de España por parte de sus colonias y la Constitución y la implementación de los primeros gobiernos independientes en dicho territorio. La autora divide su obra en nueve capítulos en donde se encarga de analizar cómo se produce el interés de Bentham por la América Hispánica (Why spanish America?) y qué ideas y proyectos elabora el pensador inglés para las excolonias. Williford estudia cómo Jeremy Bentham aconseja a los líderes hispanoamericanos adoptar su idea de codificación bajo el presupuesto utilitario (Capítulo II, The Code) y la recomendación de ciertos modelos políticos, en especial la adopción del modelo de gobierno republicano en contra del monárquico (Capítulo III “The Government”). Igualmente la autora estudia cómo Bentham desde un principio esta a favor de la Independencia de las colonias por parte de Francia y España y especifica cómo a través de sus escritos “Emancípate Your Colonies (1793) y “Rid yourselves of Ultramarina” (1821) el autor ingles participa activamente en este propuesta (Capítulo IV).
Por otra parte, en el capítulo V y VI respctivamente, la autora analiza los escritos y proyectos enviados a los Hispanoamericanos sobre ¨Libertad de Prensa¨ (Liberty of the Press), y la propuesta del autor inglés para la construcciónd de un canal transoceánico que estableciera una comunicación rápida entre los territorios independizados y los Estados Unidos que denomina el ¨Junctiana Canal¨. En el capítulo séptimo, la autora estudia las cartas de Bentham a los líderes revolucionarios referente a la Educación y los métodos de enseañanza a adoptar en la América Española[1]. Por último, la autora se dedica a referenciar en el capítulo VIII cuáles fueron los corresponsales hispanoamericanos de Bentham y cómo se mantuvo esta comunicación constante.
Jeremy Bentham es conocido especialmente por la propuesta política y jurídica utilitarista en donde se recomienda adoptar una nueva ética basada en el sensualismo y la búsqueda de lo más provechoso para el hombre. La propuesta utilitaria de Bentham y James Mill se resume en que “Hay que buscar la felicidad para el mayor numero”, a través de la promulgación de leyes y códigos que se adecuen a dicho principio para que la mayoría de las personas encuentren la satisfacción de sus necesidades y deseos. Del mismo modo, toda política, sistema educativo etc. debe estar orientado por el principio utilitario que sería la última expresión del movimiento racionalista en el siglo XIX.
En nuestro país se conocen los trabajos de Bentham desde los primeros años de la República donde se reproducen sus escritos y se importan sus obras, especialmente las traducciones y ediciones de Etienne Dummont sobre los Tratados de Legislación y los principios sobre la moral. Desde que Antonio Nariño en 1811 publicará en el No 23 de la Bagatela un artículo sobre la “Libertad de prensa” traducido por Blanco White[2], el pensamiento jurídico, político, filosófico y ético de Bentham se reprodujó, con gran amplitud por los liberales neogranadinos independistas, sedientos de una teoría y una filosofía que orientaran el nuevo orden de la Nación. En Colombia los liberales recepcionaron las ideas y propuestas de diversos autores ilustrados, especialmente franceses e ingleses para formar las bases políticas y jurídicas de la nueva República. El liberalismo político se conjuga con una serie de propuestas que se pueden resumir en la búsqueda de nuevos patrones alejados del escolaticismo y de las verdades inmutables dadas por la religión católica. El pensamiento de Bentham se encuentra dentro de las tesis más radicales en contra de las propuestas tradicionalistas del ancien régime hispanoamericano, representado por la Iglesia y la Corona. No es casual que después de la Independencia de las colonias los sectores más reaccionarios como la Iglesia católica prohibieran la lectura de Bentham por encontrarlo inmoral y contrario a sus principios. Famosas fueron en Colombia las polémicas entre algunos liberales benthamitas como Vicente Azuero, que acogieron las obras del autor inglés con agrado para dictar sus clases sobre legislación en la Universidad del Rosario, y sectores de la Iglesia tradicionales como el padre Margallo quien consideraban a Bentham un ateo que fundamentaba sus obras en la búsqueda del placer a la manera de los epicúreos griegos. La polémica de Bentham en torno a la educación en las nuevas repúblicas, ha sido reseñada por diversos autores, sin embargo Bentham como comprueba Williford, no solo influyo a través de sus libros, sino a través de su correspondencia y amistad con diferentes próceres y líderes hispanoaméricanos desde los comienzos mismos del movimiento independentista.
La autora relata en la obra cómo desde 1808 Bentham se encuentra atraído por emigrar al Nuevo Mundo y establecerse como el legislador de las nacientes repúblicas. Creía el autor inglés que las colonias americanas eran propicias para fundar todo un nuevo sistema político y jurídico que se basara en su principio de utilidad por el fracaso que habia tenido la adopción de sus propuestas en Inglaterra[3]. Williford nos cuenta los contactos que realizó el autor inglés con el gobierno español, para transladarse a la Ciudad de México[4]. Sin embargo, por estas fechas dicho gobierno encontraba peligroso que personajes como Bentham intervinieran en su política interna y por ende no otorgaron el permiso requerido. Ante el fracaso de su sueño mexicano para constituirse como el Nomoteta o legislador utilitario en la Nueva España, Bentham decide trasladarse a Venezuela, especialmente por la amistad que había tenido con Francisco de Miranda. Este proyecto tampoco se lleva a cabo, por la detención y posterior muerte del prócer venezolano en 1813.
Ante el fracaso de su primera idea de emigrar el nuevo mundo para establecerse como el redactor de las leyes y códigos de algún país recientemente independizado, Bentham no cesa en su idea de influir con sus escritos, planes, proyectos, recomendaciones y consejos, que se establece a partir de la correspondencia constante con algunos líderes hispanoamericanos como el guatemalteco José del Valle, el argentino Bernardino Rivadavia, el chileno Bernardo O‘ Higgins y el colombiano Simón Bolívar[5]. Así mismo la autora se encarga de reseñar alguna correspondencia que Bentham mantuvo con sus compatriotas, como viajeros y diplomáticos[6], que le informaban al autor inglés el curso de los acontecimientos de la América Hispánica. La autora comprueba cómo en consonancia con dicho interés, el pensador inglés propone desde los inicios del movimiento liberal, la Independencia de las colonias de España, ya que según los escritos de Bentham, las viejas instituciones tienen que ser destruidas y las nuevas tienen que ser construidas sobre la base del principio de utilidad.
Además se analiza en el texto cómo Bentham pretende por medio sus escritos y proyectos estar presente en esta transformación, para que a través de las instituciones políticas y sociales diseñadas por él desde su casa de Londres se puede hacer cumplir su deseo de proveer mayor felicidad para el mayor número por intermedio de la codificación de las leyes, la libertad de prensa y la implementación de los nuevos principios educativos. Sin embargo, según Williford, en lo que nunca pensó Bentham fue en que dichas sociedades están formadas por personas, clases y estamentos, así como situaciones económicas que no tuvo en cuenta el autor inglés al proyectar su utopía en el nuevo mundo. La intención de Bentham de convertirse en el gran legislador, en el oráculo del nuevo mundo, en donde se extendieran sus ideales de justicia a través de los códigos y Tratados de Legislación no consideró según la autora, situaciones y poderes establecidos en la América española como la Iglesia, los latifundistas y el ejército. Así mismo, a pesar de que Bentham se encontraba informado sobre la situación de Hispanoamérica a través de los recortes de prensa[7] y las noticias de amigos, se desconocía por parte de éste aspectos relevantes de la América española como por ejemplo la importancia de la población indígena en estos territorios.
El libro de Williford lo que intenta mostrar es el interés de Bentham por Hispanoamérica, a quien el pensador inglés denomina Ultramarina, pero no se encarga de demostrar la influencia efectiva del pensamiento del autor inglés en estos territorios. Aunque la autora realiza un especial esfuerzo en compilar y hacer públicos algunas cartas y documentos inéditos de Bentham encontrados en el Museo Británico y la University College of London, creemos que debió hacer un mayor esfuerzo en comparar dicha documentación con la historia constitucional y política en Latinoamérica. Por ejemplo se comete el error de decir que Bentham diseño un proyecto de Constitución para Colombia en 1822 que constaba de 10 Títulos y 191 artículos[8], y de lo que en realidad se trataba era de la reseña que hacía Bentham de la Constitución promulgada en Cúcuta en 1821, que seguramente había llegado a sus manos enviada por alguno de sus corresponsales.
En conclusión el libro de Williford es una buena referencia historiográfica para conocer la relación de Bentham con Hispanoamérica a través de sus escritos, cartas y documentos; sin embargo, no tuvo en cuenta la autora el análisis de cómo se recepcionaron y acogieron dichos textos en la América española y cuál fue su repercusión e influencia real y específica. En esta segunda labor el libro carece de documentación y de información y muchas veces cae en errores como el reseñado por la falta de un estudio y profundización en la comparación de los contextos históricos entre el Viejo y el Nuevo mundo.
[1] Especialmente el método de Lancaster y las escuelas de Hazelwood.
[2] Publicado originalmente en su periódico “El Español”.
[3] Especialmente la construcción del Panóptico que no pudo ser llevado a cabo por falta de financiación, en tiempos de Jorge III.
[4] Especialmente con el embajador inglés en España, Lord Holland, y con el liberal español Gaspar de Jovellanos.
[5] En este análisis Williford omite la correspondencia entre Bentham y Francisco de Paula Santander.
[6] Por ejemplo Francis Hall quien viajó y le informó sobre Colombia.
[7] Especialmente el Morning Chronicle
[8] En la página 23 y ss. del texto
Comentarios